"Así son las perspectivas de la esperanza, pensaba el Magistral; cuanto más nos acercamos al término de nuestra ambición, más distante parece el objeto deseado, porque no está en lo porvenir sino en lo pasado; lo que vemos delante es un espejo que refleja el cuadro soñador que se queda atrás, en el lejano día del sueño..."
-La Regenta. Leopoldo Alas Clarín*.
Me gustaría expresarlo pero no sé si me duele demasiado hacerlo, o por el contrario, no me duele nada. Quizá lo que más me duele es no saber en qué momento dejé el escenario real y, en consecuencia, me hice esclava de un espejo.
Conseguir el objetivo deseado puede ser un arma de doble filo, por una parte poseemos lo anhelado, por otra nos quedamos sin ilusiones....
ResponderEliminarEs precioso este párrafo de La Regenta!
ResponderEliminarIntenta encontrar lo real, que el espejo sólo sirva para pintarte la sonrisa de los labios..
Besoss!!
Sea como sea, me alegra verte otra vez escribiendo, lo demás... ya sabes que estamos en la misma onda, y qué decir de la Regenta, pedazo novela de Clarín.
ResponderEliminar¿Cómo estás?, te echaba de menos.
Abrazo
Hola calma, me alegro de que alguien por aquí me eche en falta. Y qué decirte, pues, la verdad, es una etapa un tanto rara, supongo. Alejada de eso que me hace escribir, que me inspira, digámoslo así. Es como que me cuesta más escribir sobre algo que cada vez va a menos. Y leo todo eso escrito por mi que pertenece a un pasado más bien cercano y me duele ver cómo no puedo expresar algo así, como si las palabras no me pertenecieran ahora. Faltan tantas cosas de mi de las que no escribo... Supongo que serán las ganas de querer decir bien alto y no entre de metáforas y grandezas lo que realmente pasa. En fin. ¿Y tú cómo estás?
ResponderEliminarLa melancolía como musa, se nota.
ResponderEliminarLa primera vez que comento en tu blog, me llamo enormemente la atención el titulo con el que lo nombras, supongo que por Lechowski.
Un saludo